Contacta con nosotros
info@grupofidsoft.com

La empresa se prepara para adaptarse al nuevo sistema de formación para el empleo

Si en algo están de acuerdo todos los actores que forman parte del ecosistema empresarial, es en la necesidad de acercar la formación a la nueva realidad del mercado laboral. De hecho, un informe reciente elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones económicas (Ivie) revelaba que la importancia de la calidad de la formación para la empleabilidad se acentuará aún más durante los próximos diez años, los nuevos empleos irán dirigidos a perfiles muy cualificados.

Este fue uno de los motivos que llevó al Gobierno a presentar, el pasado marzo, una propuesta para reformar el sistema de formación profesional para el empleo en el ámbito laboral, que se ha traducido en la Ley 30/2015, de 9 de septiembre, respaldada por el 90% de los integrantes de las Cámaras. Al respecto de la norma, Juan Pablo Riesgo, secretario de Estado de Empleo, señalaba recientemente que «la formación es vital para aumentar la empleabilidad y capacidad de desarrollo del trabajador».

Sin embargo, ya han surgido opiniones de quienes defienden que la nueva ley no supone tantas novedades. «Este sistema no presenta grandes cambios. Se ha diseñado principalmente para evitar la malversación de fondos, por lo que sólo solucionará una parte del problema», afirma Felipe Navío, cofundador de la plataforma de empleo Jobandtalent. A pesar de esto, las em- presas deberán estar preparadas para afrontar los cambios que implica la nueva situación y beneficiarse de sus ventajas.

La pyme se acerca a la gran empresa

La medida pretende superar la brecha formativa entre las grandes y las pequeñas compañías, ya que, tal y como reconocen desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, «la tasa de cobertura en la formación de los trabajadores de las pymes es aún reducida». Para financiar costes, las empresas dispondrán de un crédito de formación que podrán hacer efectivo mediante bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social y que variará según lo que haya ingresado cada compañía durante el año anterior en concepto de cuota de formación profesional y en función de su tamaño -las grandes empresas reciben el 50% de lo cotizado; las pymes, hasta el 100% y las de menos de 5 trabajadores tienen un crédito asegurado de 420 euros anuales-, cantidad que depende de los Presupuestos Generales del Estado. Además, para superar las dificultades que encuentran las pymes, la nueva ley permite a las empresas de menos de 50 empleados acumular el crédito de formación durante dos años y, a las de menos de 100, agruparse para gestionar sus créditos.

¿Qué tipo de formación puede ofertar su empresa?

Para evitar casos de fraude, a partir de ahora las actividades formativas deberán estar relacionadas con los requerimientos de productividad y competitividad de la compañía. Además, tendrán que estar adaptadas a los cambios del tejido productivo, como «la aparición continua de nuevas profesiones», apunta Navío.

Cofinanciación

La empresa deberá aportar también recursos propios, con un porcentaje mínimo que depende del número de empleados de la compañía. Así, las entidades de seis a nueve trabajadores deberán pagar un mínimo de un 5%; las de 10 a 49, un 10%; las de 50 a 249, un 20%; y las de 250 o más, un 40%. Las de menos de cinco empleados quedarán exentas.

¿Dónde acudir para recibir la formación?

Los cursos podrán ser impartidos por la propia empresa o bien por una entidad externa acreditada. En este sentido, se vuelve a observar una diferenciación entre pymes y grandes, ya que, según explica Isabel Hontana, directora de la división premium de la consultora de formación y empleo SanRoman, «las pymes sólo tienen capacidad para recurrir a organizaciones externas, mientras que las grandes pueden optar por organizar sus propios cursos», algo que puede solventarse ahora con las agrupaciones de pequeñas empresas. Estos proveedores externos, públicos o privados, deberán participar en concursos públicos e inscribirse en el correspondiente registro habilitado por la Administración.

Formación presencial o telemática

A partir de enero de 2016, se elimina el modelo de formación a distancia, el cual queda sustituido por cursos presenciales o por teleformación, a través de plataformas digitales.

Se reduce la duración mínima de los cursos

Para que la compañía pueda bonificarse de la acción formativa, será necesario que ésta tenga una duración mínima de dos horas, frente a las seis del modelo anterior.

Fuente: elEconomista